No es suerte es sincronía.

Por: Catalina Moya Morales

Cuando decidimos empezar la aventura de emprender un proyecto, sentimos dentro de nosotros una fuerza que nos impulsa a seguir adelante para lograr algo que creemos que visualizamos con cierta claridad, y esa visión, es la razón para actuar, tomar decisiones con base en nuestra lógica, conocimientos, experiencia, consejos y mucho sentido común. A esa emoción de hacer algo que te funciona y que vuelve a suceder exitosamente, le adhieres la creencia de que “estás de suerte” o que “tienes buena suerte”, pero si se rompe esa cadena de resultados exitosos sueles perder la paciencia, te frustras, a veces puedes llegar a sentir ira y terminas echándole la culpa a la mala suerte o culpando a otros del fracaso.

Para que las cosas se den, ¡no es cuestión de suerte… es cuestión de sincronía!

En nuestra vida hay muchas posibilidades de que sucedan las cosas, esas posibilidades son potenciales que pueden hacerse realidad, pero para que se den, deben ocurrir muchas cosas de las que tú no tienes el control. Esos momentos a los que les llamamos coincidencias o casualidades y es cuando nos encontramos con alguien que estábamos buscando o de repente nos llega información que necesitábamos para tomar una decisión, y para que esto ocurriera, tuvo que darse una sincronía de hechos que justo coincidieron en eso que estábamos buscando o deseando. Y no fue cuestión de suerte… fue cuestión de sincronía.

¿Y cómo pierdes la conexión a esa sincronía?… Cuando pierdes la paciencia y no entiendes que hay un momento justo para que se den las cosas, cuando quieres tener el control de todo en tu proyecto y no lo sueltas para aprender a confiar de lo desconocido, mejor así, lo aún no conocido que trae la aventura de emprender, cuando no quieres salirte de tu burbuja de la comodidad y aceptar que pueden llegar nuevas cosas y ser aún mejores de las que tienes o habías imaginado.

Debes comprender que las sincronías van más allá de tus decisiones lógicas o de tu sentido común, van más allá de tu control, que si bien suceden más frecuentemente cuando te sientes optimista, actúas con fe y determinación, visualizas tu objetivo con claridad o sigues un plan, lo cierto es que afuera hay un mundo que tiene su propia inteligencia con el que tu interactúas con cada decisión que tomas y se da lo que te conviene en ese momento y se manifestará en forma de sincronía, coincidencia, casualidad o causalidad… como lo quieras llamar.

Recuerda… ¡no es cuestión de suerte … es cuestión de sincronía!.

23/05/2023

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